En la actualidad, hay tanta gente interesada en recorrer esta distancia que, lamentablemente, se están dando cada vez más casos de corredores que se inscriben en un maratón sin la suficiente preparación, con consecuencias muy perjudiciales para la salud.
Correr un maratón no significa recorrer los 42.195 metros de esta prueba a cualquier precio, ni creer que con un mes de entrenamiento intenso, habiendo empezado a correr desde cero, seremos capaces de afrontar el gran día. Cualquier corredor es capaz de enfrentarse a la prueba reina del running, aunque siempre con objetivos realistas, sin perder el respeto a la distancia.
El secreto para lograrlo es una correcta planificación, habiendo previsto como mínimo tres meses antes de la prueba. Si te es posible, ponte en manos de un preparador físico que te guíe, y si no puedes, hazte con un plan de entrenamiento acorde con tus expectativas. Aquí te dejo unas pautas que me han permitido afrontar mi preparación con éxito en los tres maratones en los que he participado:
La mayoría de planes establecen unas 12 semanas como mínimo antes del día del maratón. El número de kilómetros depende de muchos factores: nuestro objetivo, el número de sesiones, la capacidad de asimilar los entrenamientos… Recuerda que es tan importante respetar los entrenamientos como los descansos. Procura complementar tus sesiones de running con trabajo de fuerza para evitar lesiones.
PRIMER MES:
Durante este mes (y los anteriores) el objetivo es adquirir buena base. Empieza realizando entrenamientos generales como si estuvieras preparando distancias inferiores, trabajando la intensidad con series cortas, cuestas, etc. y vete incrementando la distancia de tus entrenamientos paulatinamente. El número de sesiones semanales puede ser tres o cuatro.
Introduce una tirada larga por semana para que tu cuerpo reconozca las sensaciones, pero en ningún caso sobrepases las 2 horas (es uno de los mejores consejos que he recibido). El beneficio tampoco es tan importante si tu meta es finalizar un maratón dignamente, y evitarás lesionarte.
SEGUNDO MES:
Aumenta las sesiones semanales a cuatro o cinco. Continúa aumentando los kilómetros. Los días que tengas que entrenar intervalos, intercala series largas de varios kilómetros con series algo más cortas a mayor intensidad. Mantén la tirada larga y si te es posible, participa en alguna media maratón para comprobar tus progresos.
TERCER MES:
Manteniendo el número de sesiones, introduce series largas a ritmo de competición con series mucho más cortas a más velocidad. Vete reduciendo el volumen y la intensidad de tus entrenamientos y la última semana realiza dos o tres entrenamientos para llegar al maratón descansado.
Tenéis unos meses de entrenamientos duros y mucho sacrificio por delante, pero os prometo que merecen la pena y pesan menos tras haber cruzado la meta.
Personalmente, ha sido una de las experiencias más bonitas que he tenido en el deporte. Para los que ya habéis probado esta experiencia, ¿qué ha significado correr un maratón?
Lorena Hernández
Vendedora de Running en Decathlon Vitoria-Gasteiz