Ya sé que este es un blog en el que se dan consejos a corredores sobre cómo elegir bien tu zapatilla, hidratación o ejercicios sobre cómo preparar tu cuerpo para acabar con las tan temidas lesiones pero tengo que hablar de los sucesos de ayer.
Desde que ayer cuando salí de trabajar y vi las imágenes de las dos explosiones que se produjeron en la zona de meta de la maratón de Boston ,no se me quita de la cabeza el sentimiento de esos corredores y la incertidumbre de miles de familiares que esperan con ilusión a que su familiar cruzase la línea de meta, después de una preparación minuciosa con el único objetivo de disfrutar y conseguir esos objetivos que todos nos marcamos con el único fin de seguir mejorando y arañarle unos segundos al crono.
Mañana hará un mes que se celebró la maratón de Barcelona, donde tuve el placer de acompañar a mi chica durante algunos kilómetros, ya que era su primera maratón y quería vivir esa experiencia de cerca. La verdad es que pude disfrutar del mundo popular y ver como se ve una carrera a un ritmo diferente al que estoy acostumbrado, ya que no es lo mismo vivir una carrera a ritmo de 3.20 a un ritmo de 5.00 el mil. A ese ritmo pude ver como los calambres llegaban a los corredores, pude ver la cara de ilusión de los niños que nos pedían chocar la mano y que quizás nos viesen como valientes. Pero lo que más me impacto son esos últimos metros antes que cruzar la línea de meta donde no había dolor sino ilusión y lágrimas por haber sido capaz de conseguir. Donde miles de madres esperan con sus hijos para que atraviesen la línea de meta junto a su padre, el cual ven como héroe por haber conseguido llegar hasta allí después de 3 horas de espera o más.
Este el motivo por el que ayer después de ver las imágenes no se me quita de la cabeza porque como un momento tan bonito puede ser empañado de esa forma. Yo no creo que deba hablar de política, ya que no sé si es un atentado terrorista o un perturbado mental que lo único que quiere es llamar la atención.
Si algo tiene de bonito el deporte es que si algo nos golpea nos levantamos con más fuerza, ya que el deporte para nosotros es una vía de escape y una forma de disfrute para hacer amigos y compartir kilómetros juntos. Por ellos y por todas aquellas víctimas y heridos que tu ánimo no decaiga y aunque nos cueste cálzate tus zapatillas y sal a correr.
